El aprendizaje sostenible es un nuevo enfoque que
busca alinear una forma de pensar sobre el aprendizaje con la acción dentro del
aula para generar un aprendizaje perdurable. Se define como ética del cuidado y
tiene como objetivo equipar a los profesores y estudiantes con la capacidad de
transformarse a sí mismos y a los demás a través de prácticas inclusivas
eficaces (Graham, Berman, & Bellert, 2015).
Es la práctica docente basada en la evidencia que se dirige hacia la construcción auto-regulada del conocimiento, haciéndola “sostenible, perdurable, saludable y duradera”
Es la práctica docente basada en la evidencia que se dirige hacia la construcción auto-regulada del conocimiento, haciéndola “sostenible, perdurable, saludable y duradera”
Sterling, 2008, p. 65
El aprendizaje sostenible
es aprendizaje para todos, enseñanza significativa y aprendizaje perdurable. Su
base es la práctica eficaz en el aula, y su objetivo es atender a las
necesidades de aprendizaje de todos los estudiantes a lo largo de sus años escolares
y a fin de lograr un aprendizaje para el resto de la vida.
En el aprendizaje sostenible, la atención se centra en las capacidades individuales de los estudiantes mientras participan e interactúan dentro de sus mundos sociales. Cada estudiante es considerado un ser holístico para quien el bienestar psicológico, físico, espiritual y social están integrados. Los procesos que se activan en el aprendizaje emergen de las cinco dimensiones de funcionamiento, que son de índole cultural, física, cognitiva, interpersonal e intrapersonal.
La
enseñanza para el aprendizaje sostenible toma en cuenta la cultura de los
estudiantes y sus relaciones con los lugares, familias y comunidades. Esa
enseñanza es responsable, relevante e intencional y se centra en las
capacidades claves del rendimiento humano.
En el aprendizaje sostenible, la atención se centra en las capacidades individuales de los estudiantes mientras participan e interactúan dentro de sus mundos sociales. Cada estudiante es considerado un ser holístico para quien el bienestar psicológico, físico, espiritual y social están integrados. Los procesos que se activan en el aprendizaje emergen de las cinco dimensiones de funcionamiento, que son de índole cultural, física, cognitiva, interpersonal e intrapersonal.
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